Historia 2°

Del Paleolítico a la fragmentación del Imperio Romano

Con esta infografía podemos reconstruir una línea de tiempo que nos pueda sintetizar la organización social desde los primeros grupos de cazadores-recolectores a formas más complejas con jerarquías y sistemas de gobiernos.


https://view.genial.ly/5e73dacb3c3fbe0fdda4e185/horizontal-infographic-timeline-del-paleolitico-a-la-caida-del-imperio-romano


La fragmentación del Imperio Romano

Aquí les dejo este link con una infografía interactiva para que recorran con información y videos que les explicarán el origen del Feudalismo a partir de la fragmentación del Imperio Romano de occidente.

https://view.genial.ly/5e7640e001bd350de7a66eb3/vertical-infographic-imperio-romano


UNIDAD DE CONTENIDOS I: AMÉRICA Y EUROPA: VÍNCULOS COLONIALES A PARTIR DEL SIGLO XV.

Transformaciones en las fuerzas productivas del occidente europeo, descubrimiento de América y desarrollo de las relaciones coloniales, en los orígenes del sistema mundo.

La teoría de los tres órdenes de la sociedad feudal

Hacía el año 1000 la Iglesia Cristiana había adquirido un gran peso en la sociedad europea en términos económicos, políticos y sociales. Su poder económico procedía de algunas de las facultades que se le adjudicaban desde la época de Roma. La Iglesia, como representante de dios era la encargada de perdonar los pecados, si algún miembro de la sociedad quería alcanzar el cielo era imprescindible hacerlo con un "alma limpia de pecado".Fue entonces que los miembros de la nobleza, temerosos de que sus conductas en la tierra no hayan sido bien vistas por Dios, comenzaron a hacer donaciones grandiosas a la Iglesia. Estas donaciones podían realizarse justo antes de morir, cuando el noble más cerca estaba de enfrentarse al "juicio divino", entregando a la Iglesia -a cambio del perdón- gran parte de las riquezas amasadas en vida. Pero no solo antes de morir, sino en confesiones ordinarias, se estableció la costumbre de que a cambio del perdón de los pecados se debía ofrecer algo a la institución que estaba garantizando el acceso a paraíso. La compra del perdón se convirtió en una instancia de enriquecimiento sin fin para la Iglesia. Pero además la Iglesia era parte de la Nobleza, esto es, dueña de tierras que eran trabajadas por Siervos Campesinos. En este aspecto, La Iglesia se desenvolvía como un señor feudal más percibiendo la renta de la tierra y cobrando los impuestos que la costumbre señalaba.

La Iglesia gozó durante mucho tiempo de una gran influencia en la sociedad, e intentó convertirse en una institución totalizadora, delimitando y penetrando en todos los ámbitos de la sociabilidad. Así, por ejemplo, elaboró la Teoría de la Paz de dios, que pretendía resignificar los principios de la guerra entre señores. Pero también estableció normas y pautas, remarcando aquellas cosas que eran bien vistas por Dios y aquellas que no. Las que no eran vistas bien por Dios eran consideradas pecados, y estos pecados comprometían la salvación del alma. De tal modo fue que en esta época, la Iglesia esgrimió la Idea de que la sociedad de entonces estaba dividida en tres órdenes: Aquellos cuya función era hacer la Guerra, aquellos que tenían por misión Rezar para la salvación de todos, y aquellos que estaban señalados por Dios para trabajar y mantener a los otros dos ordenes. La Teoría de los Tres Ordenes legitimó el funcionamiento de la sociedad feudal, y justificó la existencia de esas "distintas tareas" aduciendo que ese era el modelo establecido por Dios, aquella persona que se opusiera estaba, entonces, oponiéndose a los designios de Dios y poniendo su alma al servicio del diablo. Debido a esta serie de preceptos y resoluciones fueron muchos los que temieron enfrentarse a la iglesia, y por el contrario buscaban mantener buenas relaciones con ella.

La Iglesia aumentó más y más su poder e influencia, y se convirtió en una institución capaz de acumular grandes riquezas (Para gloria de Dios) pues, a diferencia de los señores feudales, no debía establecer herencias ni subdividir sus posesiones entre sus descendientes; el concilió de Letrán (1123 dc) había establecido el celibato para concentrar riquezas.

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Relaciones Feudales de reciprocidad

A partir del siglo XI se difundió entre la nobleza un sistema de relaciones personales conocido como relaciones feudo-vasalláticas. Se trataba de pactos o alianzas que establecían derechos y obligaciones entre dos nobles, en general, uno superior, llamado "señor", y un noble inferior, llamado "vasallo". En esos pactos, el vasallo se comprometía a ser fiel al señor y a prestarle servicios de corte y auxilio -concilium et auxilium-, principalmente ayuda militar (hueste, custodia, escolta), pero también servicios administrativos y judiciales (administrar un territorio, impartir justicia en nombre del señor, participar en el tribunal del señor, testimoniar a favor del señor en pleitos judiciales), así como aconsejar al señor en casos de guerra. El señor, por su parte, ofrecía al vasallo protección y mantenimiento. Le otorgaba un feudo (extensión de tierras trabajadas por campesinos dependientes), cuyas rentas pasaban a pertenecer al vasallo. El feudo también podía consistir en el derecho a cobrar las rentas o tributos en un territorio determinado.


El feudo del conde de Bourgogne

El feudo del conde de Bourgogne era un gran territorio con espesos bosques, y un gran río lo cruzaba de este a oeste. Alrededor del castillo vivían los campesinos repartidos en varias aldeas. Estaban ocurriendo cosas terribles en la aldea. El verano anterior, la cosecha había sido muy mala y las pocas reservas que quedaban se las habían comido las ratas. El fantasma del hambre apareció y se llevó a los más débiles, que eran los niños. Después vino también una peste [...] una terrible enfermedad que atacaba hasta a los más fuertes [...] y los campesinos sufrían mucho viendo que gran parte de la aldea desaparecía. Los hombres [...] se reunieron en torno a Froilán, el más viejo de la aldea, y le pidieron consejo. Froilán les habló así: "Hermanos, nuestro Señor ha vuelto a castigarnos por nuestros pecados y por eso nuestros hijos han muerto y no tenemos nada que llevarnos a la boca, ni nos quedó grano para sembrar: mi consejo es, pues, que entremos en la iglesia y recemos. Pediremos a Dios que nos perdone nuestros pecados [...]". Al rato se escuchó el golpear de cascos de caballos ante las puertas de la iglesia [...]. Varios hombres con los rostros cubiertos con yelmos se dirigieron hacia los aterrorizados campesinos. Uno de ellos se subió la visera y, al verle el rostro, todos los allí presentes inclinaron su cabeza en señal de sumisión. Habían reconocido a su dueño y señor: el conde de Bourgogne. El conde, sin bajar del caballo, habló así a sus colonos: "Escuchadme, ioh, siervos ingratos, que no cumplís el mandato divino de servirme! ¿Dónde están los huevos, los panes y el vino que teníais que traer al castillo? En lugar de esos presentes, solo he recibido vuestros lamentos y lloros. Os advierto que si en la Pascua volvéis con las manos vacías, sentiréis mi noble ira. [...] Ahora necesito dos jóvenes para el servicio de mi esposa". Y dicho esto, uno de sus acompañantes entró en una casa y salió acompañado de dos muchachas de catorce años [...].

Selección de fuentes para el estudio de la historia medieval, Facultad de Filosofía y Letras, Buenos Aires, 1984


La crisis del siglo XIV, crisis del feudalismo

Tras la expansión de los siglos xi y xii, en las últimas décadas del siglo xiii comenzaron a registrarse los primeros signos de estancamiento. Se frenaba el movimiento de roturaciones y se observaban retrocesos: suelos periféricos, agotados por los cultivos, paulatinamente fueron abandonados. El retroceso de la agricultura se puede explicar, en parte, por razones climáticas -la "pequeña edad del hielo", es decir, el enfriamiento del hemisferio norte- pero sobre todo por el estado de las técnicas que no lograban salvar ciertos obstáculos. Dentro de las manufacturas, básicamente en la textil, también comenzaron a registrarse dificultades. Se redujo la actividad comercial, que se vinculó con la escasez de moneda, con la falta de metálico. Pero la crisis del siglo xiv fue fundamentalmente una crisis social: la crisis de las estructuras feudales.

El poder de la nobleza se vio debilitado fundamentalmente por la crisis de la agricultura y la huida de los campesinos: la caída de la producción significaba la disminución de los tributos. Es cierto que los señores intentaron solucionar el problema aumentando las cargas sobre los siervos, es decir reforzando la servidumbre,  pero esto sólo sirvió para acentuar los problemas de alimentación y la huida de los campos; esto posibilitó la extensión de las pasturas y de la ganadería, pero también la existencia de tierras que habían quedado vacantes permitió apropiarse de ellas a algunos campesinos que vieron mejorar su situación. Esto condujo a la formación de una clase de medianos y pequeños propietarios libres que ya no dependían de ningún señor, sino que se vinculaban directamente con el mercado. Estos nuevos propietarios ya no podían invocar antiguos derechos consuetudinarios sobre los campesinos, por lo tanto, para explotar la tierra debieron -dada la extensión de su propiedad y una mayor complejidad de los cultivos- contratar mano de obra asalariada. También los señores debieron contratar trabajadores asalariados o, más frecuentemente, arrendar sus tierras a campesinos libres. De un modo u otro, esto significaba la disminución de la servidumbre y, por lo tanto, de la base del orden feudal. Al mismo tiempo, comenzaba a conformarse un mercado de mano de obra asalariada rural.

El efecto más notable de la crisis del siglo xiv fue el crecimiento de las ciudades.
Era una ciudad -de una gran heterogeneidad social- donde claramente los más ricos imponían un "orden burgués".
Era también una ciudad que se vinculaba cada vez más con el campo. En efecto, la quiebra de los marcos señoriales permitió a la ciudad extender el dominio sobre su entorno. Los burgueses ricos acentuaron las inversiones rurales, pero eran hombres que no estaban acostumbrados a las tareas agrícolas, por lo tanto, arrendaban las tierras o las explotaban con la ayuda de un administrador. Lo significativo era tal vez el cambio de actitud: la búsqueda permanente y consciente de la ganancia, expresada en el dinero que se transformaba en la medida del poder. En síntesis, la crisis nobiliaria abría las puertas del comercio de la tierra a nuevos inversores urbanos.
Junto con esta poderosa burguesía urbana, también se recortaron cada vez con mayor claridad nuevos grupos sociales, reclutados de las filas burguesas: los juristas -hombres de leyes-, o los nuevos funcionarios al servicio de la administración. . Indudablemente, la debilidad de los señores feudales permitía el mayor fortalecimiento de las monarquías, la consolidación de esas entidades territoriales que constituían los reinos. 
En síntesis, la profesionalización de la guerra, la aparición de sistemas fiscales para mantenerla, la validación de la política y la administración como una ocupación sentó las bases del poder de los reyes y de la formación de los nuevos estados.

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